En verano siempre vuelvo a mi tierra, Cádiz, en donde siempre puedo disfrutar de la familia, amigos y recargar pilas. Este verano 2.017 nos ha dejado muchas anécdotas pero una muy divertida que tuve que pintar en una hoja de mi cuaderno de bocetos es la del asalto de unas gaviotas a la bolsa de unas chicas en la playa.
Una mañana de Julio, dos chicas llegan a la playa y extienden su toalla, charlan un rato y deciden darse un baño; mientras tanto habíamos observado como unas gaviotas, a una distancia prudencial, habían estado vigilando los movimientos de las chicas pero bueno.. era de locos pensar que podía pasar lo que sucedió a continuación.
Aprovechando la ausencia de las amigas, se acercan a saltos a la bolsa de playa, una de ellas mete la cabeza en la bolsa y saca triunfante una bolsa de patatas que sacude con el pico y desperdiga por toda arena para darse el festín con sus compañeras.
No te puedes fiar ni de ellas.
Imaginaos a todas las personas que estaban alrededor espectadoras de uno de lo que ha sido una de las anécdotas más divertidas y curiosas del verano; sólo de pensarlo me da la risa y es que en Cádiz hay mucho salero, hasta las gaviotas tienen «musho arte».

cof